Teatro del Oprimido

El Teatro del Oprimido es un método estético y teatral creado por Augusto Boal. Nace en Brasil, a principios de los años 60 y está muy influenciado por la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire.

La propuesta primera de Boal es transformar al espectador (ser pasivo) en protagonista de la acción dramática (sujeto creador). Aparece aquí el término de espect-actor. Boal siempre decía “Todos pueden hacer teatro, incluso los actores”, refiriéndose al hecho de la democratización de teatro y de la creación de un teatro desde el pueblo para el pueblo. Desde esta perspectiva buscó procedimientos que permitieran a todas las personas adueñarse de este código de expresión y comunicación. Esta es la condición esencial para que el Teatro del Oprimido exista, que el espectador sea protagonista de la acción dramática para así prepararse a serlo de su propia vida.

Boal también decía que “el dominio de un nuevo lenguaje da a quien lo posee una manera nueva de aprender la realidad y de transmitir este conocimiento a otros”. Por ello, utiliza el teatro como un instrumento de liberación y con el propósito de toma de conciencia social y política, de cambio y transformación.

Partiendo de esta idea inicial, el Teatro del Oprimido ha ido evolucionando, teniendo en cuenta que el contexto y las circunstancias en las que nació han cambiado mucho.

Actualmente supone un conjunto de ejercicios, juegos y técnicas teatrales tienen por objetivo la comprensión y la búsqueda de alternativas a problemas sociales e interpersonales, a través también de la desmecanización física e intelectual de sus participantes, perdiendo de esta manera un poco la esencia de crítica social y política en la que nació.


7.1.1 La Ideología del Teatro del Oprimido

El Teatro del Oprimido siempre ha tenido una fuerte ideología política luchando contra la opresión y buscando la transformación social a través de un Teatro dialógico.

Boal consideraba obscenos los términos: “fuera de escena” y “espectador” y cree que el teatro, como generalmente se presenta, es una forma artística clasista y manipuladora, donde el espectador permanece sentado y callado, pasivo delante de imágenes ya acabadas, sin diálogo, con el silencio de uno de los interlocutores. Por este motivo, crea el término “espect-actores”, convirtiendo al oprimido en creador de arte y no en consumidor.

Además Boal buscaba crear espacios de libertad generando cambios sociales a través de procesos no violentos pero no pasivos, ya que uno de los pilares básicos del Teatro del oprimido es la activación y la acción. Su meta no es llegar al equilibrio tranquilizador, sino al desequilibrio que conduce a la acción. Su objetivo es dinamizar a través de la acción concreta, en escena:

¡El acto de transformar es transformador! Tansformando la escena me
transformo (Boal 2004:95)

Dentro de este marco, el Teatro del Oprimido, constituye un espacio democrático de participación y una herramienta que fomenta procesos macroemprendedores1.

Los términos bajo los que trabaja el teatro del oprimido y que conforman toda esta base ideológica son los conceptos de opresor y oprimido, y de oprimido diferenciado del concepto de víctima. En este caso oprimido es todo aquel que tiene un deseo y no puede cumplirlo, lucha por él pero no puede conseguirlo porque se lo impide la existencia de un opresor.

En cambio la víctima o persona deprimida se encuentra en una actitud de pasividad y de no cambio, no lucha por transformar su situación. Según Comenta Boal todos han sido en algún momento de sus vidas Opresores y en otras ocasiones Oprimidos.

Partiendo de esta idea clara, el teatro del oprimido trabaja poniendo al oprimido como protagonista de su propia historia y la representa para analizar la realidad
y poder proponer modificaciones. Y que ese análisis y representación nos sirva a todos los asistentes para ver posibles caminos para salir, afrontar esa situación, sin tener la verdad absoluta porque aquello que representamos y aquello que aportamos parte de nuestra propia subjetividad.


7.1.2 Árbol del Teatro del Oprimido: tipos de teatro del oprimido.

Boal para explicar el Teatro del Oprimido utiliza la metáfora del árbol. Cada hoja del mismo es una parte indisoluble del todo, que busca alcanzar las raíces y la tierra.

Los frutos que caen a la tierra realizan la multiplicación. La solidaridad, entre los individuos es la base del Teatro del Oprimido. Es necesario conocer no sólo las presiones individuales sino también las presiones de las otras personas.

En el tronco del árbol coloca los juegos, con dos características esenciales de la vida en sociedad: reglas y libertad creadora, pues sin reglas no hay juego y sin libertad no hay vida.

Los juegos también tienen la finalidad de “desmecanizar” el cuerpo y la mente para establecer los diálogos sensoriales utilizando la creatividad como esencia, y la palabra, la imagen y el sonido. La tierra en que echa raíces el árbol está simbolizada por el suelo fértil de la Ética, la Política, la Historia y la Filosofía, también aparece la economía.

Las técnicas pertenecientes a la estructura del Teatro del Oprimido componen la copa del árbol. Una de ellas es el Teatro periódico que nace para representar lo que la prensa oculta en los titulares, cuya técnica en la actualidad está cogiendo mucha fuerza por la situación que estamos viviendo. Teatro del invisible se fundamenta en hacer teatro sin que se sepa. Un actor de manera camuflada pasa a actuar un papel dentro de la realidad cotidiana, nadie lo sabe. La finalidad es estudiar comportamientos sociales.

El arcoíris del deseo es la técnica más introspectiva del teatro del oprimido que se utiliza para estudiar al opresor cuando este está dentro de nosotros, cuando este es nuestra propia neurosis. Teatro legislativo las propuestas que el público trae son evaluadas y redactadas como proyectos de ley por un equipo de abogados que asisten a cada representación. De las propuestas más contundentes se redacta una modificación de ley que pasa por los trámites jurídicos necesarios. Por último las técnicas más importantes y destacadas del Teatro del oprimido son el Teatro imagen dónde se expresa una situación a través de la corporalidad, sin necesidad de las palabras y el Teatro Foro dónde el público participa para mostrar y actuar las modificaciones que se quieren aportar dentro de la obra.


7.1.3 Funcionamiento del Teatro del Oprimido

El Teatro del Oprimido se lleva a cabo en Talleres y Sesiones donde, además de realizar las técnicas teatrales anteriormente explicadas, también se realizan dinámicas y juegos que trabajan la desmecanización.

La desmecanización es otro elemento importante dentro del Teatro del Oprimido. Boal se planteaba:

¿Cómo podemos esperar que las emociones se manifiesten libremente a través del cuerpo del actor si tal instrumento (nuestro cuerpo) está mecanizado, muscularmente automatizado e insensible en el noventa por ciento de sus posibilidades?

(Boal, 2001, 101)

Nuestros sentidos en general tienen una enorme capacidad para registrar sensaciones, seleccionarlas y jerarquizarlas: también para expresar ideas y emociones, y para seleccionarlas y jerarquizarlas. Por ejemplo, el ojo puede captar una infinita variedad de colores, cualquiera que sea el objeto de su atención. Hay miles de tonalidades de verde perfectamente perceptibles para el
ojo humano. Pero nuestro ojo cataloga, clasifica los miles de verdes dentro de la gama de verde que los engloba a todos. Lo mismo ocurre con el oído y los
sonidos, y con los demás sentidos y sus sensaciones específicas: oímos miles de sonidos y ruidos simultáneos, pero prestamos atención a unos pocos, despreciando los restantes.

Este proceso de estructuración y selección producido por los sentidos lleva a la mecanización, porque los sentidos seleccionan siempre los mismos estímulos de la misma manera. Y eso no pasa únicamente con los sentidos, también pasa con los pensamientos e ideas, con los prejuicios y juicios. Por este motivo es importante la desmecanización del cuerpo y la mente, esta liberación permite crear y dar respuestas nuevas que antes no se habían dado, teniendo de esta forma nuevos resultados.

Para llevar a cabo la desmecanización se utilizan una serie de ejercicios que ayudan al espec-actor a conectar consigo mismo y desconectar de su realidad mecanizada. Esto ejercicios están ordenados en las siguientes categorías:

  • Sentir lo que se toca -> Con estos ejercicios se pretende el desarrollo del control corporal basándose en juegos de desplazamiento, integración y equilibrio.
  • Escuchar todo lo que se oye -> En esta fase se pretende entrenar el del sentido del oído y desarrollar la musicalidad ejercitando diferentes ritmos, melodías y sonidos a través del movimiento, la voz y la respiración.
  • Ver todo lo que se mira -> Se pretende desarrollar la capacidad de observación mediante el dialogo visual.
  • Activar todos los sentidos -> En este momentos se realizan ejercicios en los que se priva a los participantes del sentido de la vista con objeto de ejercitar los demás. Por lo tanto se trabajan todos los sentidos realizando actividades colectivas donde los participantes se distribuyen por el espacio creando diferentes formas, figuras y agrupaciones.
  • La memoria de los sentidos -> En esta última fase se busca estimular la memoria como fuente
    generadora de las emociones, especialmente la memoria emocional.

Para finalizar la explicación sobre el funcionamiento práctico del Teatro del Oprimido hay que destacar dos elementos importantes: la racionalización de la emoción y el cuerpo.

El elemento más importante de este teatro es el cuerpo humano; es imposible hacer teatro sin el cuerpo humano. Por esa razón los ejercicios de mecanización que se proponen utilizan los movimientos físicos, formas, volúmenes, relaciones físicas. Nada debe hacerse con violencia o dolor en un ejercicio o juego; al contrario, siempre debemos sentir placer y aumentar la capacidad de comprender. Tampoco deben hacerse guiaos por espíritu de competición: se debe intentar siempre a uno mismo, y nunca al otro.

Por otro lado a través de los ejercicios y las técnicas del Teatro del Oprimido también se busca la racionalización de lo ocurrido, no solo saber que ha pasado si no porque. Cuando se realizan ejercicios en los que se expresan emociones y sentimientos, el objetivo no es solo sentir la experiencia si no que comprender también. Hay que saber por qué una persona se emociona, cuál es la naturaleza de esa emoción, cuáles son sus causas, y no sólo cómo lo hace. El porqué es fundamental, ya que la experiencia es importante; pero aún más importante es el significado de la experiencia. Es necesario conocer los fenómenos, pero también las leyes que los rigen. Para eso sirve el arte: no sólo para mostrar cómo es el mundo, sino también para mostrar por qué es así y cómo puede transformarse.

 

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